El sistema de palanca antiguo se entiende que consistía en que un extremo de la palanca girara formando un ángulo recto, de manera que al tener esa posición, ésta presionaba a un fleje interior sujetado en el extremo del cuerpo y que hacía que la tinta a medida que volviera a su posición absorbiera la tinta en su interior.
En la actualidad existe diferentes tipos de cargadores para plumas estilográficas, cargadores que extraen tinta desde un tintero, como los convertidores o los émbolos entre otros.
Estos sistemas han ido evolucionando con el paso de los años, pasando por los de palanca, self filling, pero de vez en cuando si echamos la vista atrás podemos ver sistemas de carga muy peculiares y, como los mencionados anteriormente, con una sofisticación dentro del propio cuerpo de la pluma estilográfica que pudiéramos encontrar.
Uno de los sistemas de carga más antiguo es el de mediante palanca, este sistema fue patentado por W.A. Sheaffer en 1908, el cuál tenía un “inconveniente”, y es que una vez cargada la pluma estilográfica tendríamos que esperar a que la goma de carga se recuperara para que pudiéramos cerrar la palanca de carga, una acción un poco tediosa si lo que queríamos era ponernos a escribir acto seguido.
W.A. Sheaffer observó que este mecanismo no era del todo práctico y pocos años después, en 1912, consiguió corregir este problema y revertir la situación patentando un nuevo sistema de carga que agilizaría y perfeccionaría el sistema de llenado.
Evolución.
Si nos remontamos hace dos siglos la firma americana Conklin trabajaba en sus estilográficas un sistema de carga llamado Crescent Filler, patentado en 1897, el origen de esta patente pretendía lograr independencia y tener más limpia la carga de la pluma estilográfica. Gracias a este sistema de Conklin, permitió a W.A Sheaffer evolucionar ese sistema hacia el sistema de palanca propio.
Además, en esos años coincidió con el desarrollo de la industria del caucho, por lo que se sustituyó lo que era el depósito de carga como la parte de esencial del cuerpo de la estilográfica por un saco de goma elástica, que hacía que funcionara de forma independiente bajo el nombre de Eye Dropper.
Como anécdota Conklin, aunque a día de hoy trabaje con sistemas de cargas actuales, en una línea perdura el sistema Crescent Filler como insignia de la marca y uno de los primeros sistemas más sofisticados de la historia de la estilográfica en la versión: la Mark Twain.
Sistema de palanca.
Gracias a las plumas estilográficas que llevaban el sistema de carga de palanca se fue mejorando y transformando los primeros mecanismos, así se consiguió integrar la palanca en el propio cuerpo de la misma ya que esta palanca simplificaba en gran medida el sistema de llenado.
Este fue uno de los mejores resultados que mejoraban la ergonomía de las plumas estilográficas porque gracias a ello facilitaba el llenado de la tinta al incorporar una platina que ayudaba a la presión del saco y por consiguiente, una mejor absorción.
Fue desarrolada esta evolución por completo por el distitivo W. A. Sheaffer en el año 1912, un invento que supuso un antes y un después en el sistema de llenado de las pluma estilográficas. Otras firmas como Conklin, Waterman… le siguieron como ejemplo otorgando así este sistema de escritura una mayor autonomía, una mayor capacidad y una estética más apropiada a los nuevos tiempos.