Estilográfica de émbolo

El conocido polímata Aristóteles decía que “El todo es más que la suma de sus partes”. Y es que si despezamos o separamos cualquier elemento o principio por partes, su valor será mucho menor que el que supone cuando está completo.

De igual modo, las plumas estilográficas tienen un sentido único y, si las separáramos por piezas, perderían la esencia real de su significado. Pese a ello, es de gran importancia conocer de qué se componen para poder garantizar su conservación y mantenimiento.

En primer lugar, a primer vista como se puede apreciar en este modelo de Pelikan, ‘Soüveran’, se observa en la parte exterior de la pluma distintas partes. La caperuza, el capuchón, el clip, el cuerpo, la boquilla y el plumín.

émbolo

A continuación, en su interior se halla el verdadero esqueleto de la estilográfica, en ocasiones, el gran desconocido. Éste varía según el tipo de sistema de carga de la misma. En este caso se trata de émbolo, en el cual la parte del pistón –que se encuentra en la zona inferior de la pluma- es el encargado de succionar la tinta. Asimismo, está el cono interior –que se encuentra en la parte superior-, es decir, en la parte interna del capuchón.

Conservación de la pluma

A la hora de guardar una estilográfica de émbolo hay que tener en cuenta varios aspectos para garantizar su conservación. Uno de ellos es la forma de cargarla,  para lo cual se siguen los siguientes pasos:

I. Se quita el capuchón.

II. Luego, se desenrosca el émbolo -en la zona inferior-, para hacer que baje el pistón.

III. A continuación, se introduce el plumín en el tintero hasta la parte de la boquilla, para evitar que coja aire.

IV. Acto seguido, se gira el émbolo hacia la derecha para llevar de nuevo el émbolo a su posición original, con lo cual se consigue que se succione la tinta.

V. Más tarde, se levanta la pluma por encima del nivel de tinta del tintero, y con suavidad, se gira el émbolo de nuevo hacia la izquierda, hasta soltar dos ó tres gotas de tinta.

VI. Entonces se coloca la estilográfica con el plumín hacia arriba y se vuelve a girar el émbolo hacia la derecha.

VII. Por último, se limpia la boquilla con un paño suave, y se vuelve a colocar el capuchón en su sitio original.

Asimismo, para evitar problemas de obstrucción. Cuando se deje de utilizar la pluma se tiene que expulsar la tinta que tenga la pluma en su interior, ya que con el tiempo se va secando y creando grumos debido a la descomposición de la misma. Si esto no se evita,  se dañaría el funcionamiento del sistema de carga y el alimentador de tinta.