Desde hace bastantes años nos vamos encontrando ediciones limitadas que abarcan desde escritores, científicos , escultores, grandes personajes, entre otros que influyeron positivamente en la sociedad, pero rara vez nos encontramos con una edición dedicada a un político y por el cuál recibe el nombre este color asociado también a otras características de la época, así que empezamos el año con una edición especial, en este caso, se trata de la Stresemann.
Pelikan quiere rendir homenaje a Stresemann y que se le recuerde por lo que consiguió, además de otro dato más significativo que veremos más adelante. Stresemann (1878-1923) fue un político alemán importante, fue Ministro de Asuntos Exteriores de la República de Weimar y también canciller. Pero la mejor labor fue siendo Ministro, tuvo sus comienzo entrando en el ejecutivo de Wilhelm Marx reformando el ministerio. Su talento para la política se reconoció rápidamente por todos los que trabajan con él definiéndole así: “ El calor humano de su personalidad se mezclaba de la manera más feliz con su inteligencia impulsiva y su talento para hablar… Bajo su mano formadora, la materia seca se transformaba en una imagen totalmente diferente y tal vez mucho más viva”.
Stresemann tuvo varios problemas al frente del cuál tenía que resolver como el problema de las reparaciones, el aislamiento diplomático de Alemania y el de las fronteras definidas por el Tratado de Versalles, que con los contactos que tuvo con personajes diplomáticos le sería de gran valía, entre los que contaban con varios embajadores, británico, francés y estadounidense.
Uno de sus planes, conocido como Dawes, trataba sobre las reparaciones que Alemania tenía que pagar a Francia y Bélgica que pesaban demasiado en el país, llegó a crearse una comisión de expertos bajo la dirección de Charles Gates Dawes, de ahí el nombre del plan. Las negociaciones con Francia y Bélgica no fueron del todo satisfactoria ya que fue bastante criticada y Stresemann replicó: “No podemos hacer otra cosa más que la política de un pueblo desarmado. El que critica la política de negociación y de conciliación tiene que decir que política piensa hacer en su lugar”. Stresemann también combatió contra partidos extremistas de Alemania que criticaban el plan de Dawes. Finalmente los dos países aceptaron el plan que se les propuso.
Gracias a Stresemann, tras la conferencia con el que se terminó con un tratado sobre la recuperación de la soberanía alemana sobre territorios como Ruhr y la evacuación de los francés y belgas en 1925, hizo que Reichstag lo adoptara, y consiguiendo que el “Plan Dawes” entrara en vigor permitiendo renegociar los pagos de las reparaciones y dejar un margen de maniobra muy importante para la República de Weimar. La firma de este tratado fue nuevamente conseguida por Stresemann que habría logrado sanear la situación económica alemana con el Rentenmark. Este plan fue uno de los éxitos alemanes en comercio exterior tras la Primera Guerra Mundial.
Tras este éxito le siguió otro que fue la firma de los acuerdos de Locarno con el que consiguió a raíz de una conversación mantenida con el Ministro de Asuntos Exteriores francés Édouard Herriot, pero no sirvió de mucho ya que éste no se fiaba mucho y no fue hasta que entró Aristide Briand quién retomó dicho plan hasta que lo consiguió, garantizando así las fronteras occidentales de Alemania en el llamado pacto renano con la que reclamó la entrada de Alemania en la Sociedad de Naciones.
El mayor éxito de Stresemann fue el acercamiento franco-alemán, ambos estadistas constataron que la paz en Europa dependía de las relaciones entre sus dos países, ya que consideraba que para hablar de una idea europea, había que lograr avances colaborando y no combatiendo. Bajo estas circunstancia fue cuando Stresemann y Briand recibieron el Premio Nobel de la Paz en 1926.
Es por ello que Pelikan le ha dado este nombre, además de que el clásico traje de utilizaba Stresemann era un pantalón a rayas negros/gris y una chaqueta negra/antracita curiosamente colores que han utilizado para esta edición especial con lo que se conoce a día de hoy como un acabado chaqué, un clásico de los años veinte.
El tamaño elegido por Pelikan es la 605, conservando el diseño de la pieza que combina el cuerpo a rayas antracita/negra y el capuchón en color negro con un plumín de 14 quilates para dar aún más brillo al aura del cuerpo. También dispondremos del bolígrafo con el mismo tamaño de la estilográfica.